Foto: Ricardo Montero

En Bolivia, la importación de materiales de construcción ha bajado en los últimos cuatro años. Un informe realizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), señaló que en 2021 se había importado 674.240 toneladas de material de construcción por un valor de $us 545 millones, el año pasado la importación fue 345.537 toneladas, un 50,8% menos, por un valor de $us 272 millones.

Las cifras también mostraron que durante el período 2015 – 2024, las importaciones de estos materiales como barras de hierro, tubos de acero y placas para pavimentación, entre otros, acumularon casi $us 5.000 millones por la compra de 7,5 millones de toneladas. 

El año pasado, el principal país promovedor de estos materiales fue Brasil con un 35% del total importado, seguido por China 27% y Perú 23%.

Finalmente, entre los principales materiales importados estuvieron: barras de hierro o acero (29%), perfiles de hierro o acero (6%) y tubos de acero (5%), de un total de 206 productos.

Raúl Solares, presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción, dijo que la baja en la importación de estos materiales “es una mala señal” porque muestra que la industria de la construcción se ha ralentizado, e identificó algunas causas para que se haya dado este descenso. 

“Una es la crisis económica que actualmente estamos atravesando, también está la escasez de divisas, la cual es imprescindible para la importación de estos materiales, repuestos e insumos, y por último está el incremento en los precios de construcción, que se vienen dando desde la época de pandemia”, explicó Solares.

Aclaró que en Bolivia existen empresas que producen algunos de los materiales para la construcción como las cementeras, las fábricas de cerámica, factorías de ladrillos, empresas laminadoras de vidrio, y dos empresas que producen acero como el Mutún y Las Lomas, pero estas no llegan a cubrir ni el 30% de la demanda nacional y por ello se tiene que importar.

“El dato que nos muestran sobre este decremento en importaciones, sobre todo en materiales de acabado y obra fina, es una señal de como se ha ido decrementando la inversión privada y la inversión pública”, dijo.

Solares adelantó que la baja importación puede generar una menor inversión pública y privada, además de una baja en la generación de empleos.

Por su parte, Javier Arze, gerente general de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz, dijo que este descenso se debe a que el sector ha sufrido un estancamiento en su crecimiento, y puso como ejemplo la cantidad de permisos de construcción en metros cuadrados, para el sector privado, que viene siendo la misma desde el año 2021. 

“A esto se suma que el presupuesto de inversión pública en infraestructura disminuye sistemáticamente desde el 2021 y llegó a más del 60% en el periodo 2021-2024, con una ejecución presupuestaria que la gestión pasada ha estado por debajo del 50%”, acotó Arze.

El constructor añadió que lo más probable es que este 2025 el PIB de la construcción bordee entre el 0,5% y 1,5%, uno de los indicadores más bajos de los últimos años.

“El problema que enfrenta el sector es reflejo de la crisis estructural que sufre la economía del país. Se necesitan medidas tanto a corto como a mediano plazo, como un reajuste de precios en la obra pública realmente efectivo, incentivos para la construcción sostenible, la vigencia de las concesiones y las alianzas estratégicas público privadas”.

Gary Rodríguez, gerente general, dijo que la menor importación de materiales, sin que sea el resultado de una sustitución con producción nacional, puede implicar el incremento de su costo o la disminución de su oferta en el mercado.

“Esto ocasiona perjuicios como: demora en la ejecución, hasta la paralización de obras, problemas de financiamiento, por el mayor costo de importación, mucho más cuando las empresas sufren un descalce entre cuanto invierten y no son remuneradas a tiempo”.

Finalmente, el economista Juan Fernando Subirana manifestó que actualmente la producción nacional de materiales de construcción no puede abastecer la demanda del sector, y esto “es un problema importante, ya que representa inequívocamente la desaceleración económica, misma que conlleva a una inflación en los precios e incremento en los niveles de desocupación”.

FUENTE: EL DEBER

Fotografía: Fancesa

Sucre. La Fábrica Nacional de Cemento S.A. (Fancesa) expresó su preocupación y rechazo tras la admisión de un amparo constitucional presentado por la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce), que busca revertir un fallo del Tribunal Supremo de Justicia que la obliga a pagar Bs 744 millones por competencia desleal. La medida ha generado tensión en la región y encendió alarmas entre las autoridades de Chuquisaca.

Según reportó El Deber, el presidente del Directorio de Fancesa, Néstor Guido Calvo, calificó de “preocupante” la decisión de la Sala Constitucional de La Paz de admitir el recurso presentado por Soboce, luego de haber sido rechazado inicialmente en Santa Cruz. “Se genera una serie de dudas e incertidumbre con relación a la presentación del amparo y, finalmente, su admisión”, declaró.

El proceso judicial se remonta a más de una década atrás, cuando Soboce, siendo accionista mayoritaria de Fancesa, tomó un préstamo de Bs 35 millones poniendo como garantía sus acciones. Los recursos habrían sido destinados a ampliar su propia planta cementera, lo que, según Calvo, constituyó una competencia desleal hacia la empresa que entonces administraba.

El fallo a favor de Fancesa fue confirmado en tres instancias judiciales, incluyendo el Auto Supremo de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia emitido en 2025. No obstante, con la admisión del amparo, Fancesa no puede ejecutar la sentencia debido a medidas cautelares dictadas a favor de Soboce, lo que ha generado sospechas sobre la imparcialidad del proceso.

Desde la Gobernación de Chuquisaca, el asesor jurídico Juan Pablo Barrón anunció que se analizará la posibilidad de solicitar la excusa de los vocales que admitieron el amparo. En declaraciones recogidas por Correo del Sur, Barrón afirmó que incluso se contempló un recurso de recusación, aunque este no está previsto en trámites constitucionales. Aseguró además que la medida cautelar a favor de Soboce fue conocida antes de su emisión oficial, lo que “genera sospechas sobre una posible parcialidad”.

La solicitud de excusa sería planteada por el equipo jurídico de Fancesa, con el respaldo de sus tres copropietarias: la Gobernación de Chuquisaca, la Universidad San Francisco Xavier y la Alcaldía de Sucre.

Cabe recordar que Soboce dejó de ser accionista de Fancesa tras un decreto del entonces presidente Evo Morales en 2010, que nacionalizó sus acciones. En 2014, la empresa fue adquirida por el grupo peruano Gloria, tras la salida del grupo mexicano Chihuahua por motivos de inseguridad jurídica.

FUENTE: TOP CONSTRUCCIÓN

Fotos: Freddy Parada

Tigre Bolivia cosecha un nuevo logro en este año al ser reconocida como la mejor empresa para trabajar en el país, según el prestigioso ranking Great Place To Work (GPTW) 2025. La compañía ocupa el primer lugar en la categoría de 101 a 700 colaboradores, lo que reafirma su compromiso con el bienestar y la generación de nuevas oportunidades para su fuerza laboral.

“Es un gran orgullo recibir este reconocimiento que representa una validación externa de nuestra cultura organizacional, que está construida con foco en las personas. Esto nos lleva a ser mejores cada día y cumplir con las metas que nos hemos trazado”, señaló Cristian Landa, Director de Negocios Internacionales Latam de la empresa multinacional, quien llegó a Santa Cruz para celebrar este hito alcanzado en Bolivia.

El ejecutivo indicó que la compañía, presente actualmente en más de 30 países, promueve prácticas coherentes y sostenibles orientadas al crecimiento, la equidad y la inclusión. Ponderó que el ambiente laboral se desarrolla en un marco de cercanía y confianza, donde cada colaborador se siente parte activa del propósito y los logros de la empresa.

Orgullo de pertenencia

El 96% de los colaboradores afirma estar orgulloso de trabajar en Tigre Bolivia. Ese sentimiento se refleja en un ambiente laboral donde las personas se sienten valoradas, escuchadas y motivadas a crecer profesionalmente.

“Este reconocimiento confirma lo que hemos trabajado dentro de la empresa en los últimos años, creando una cultura de colaboración y solidaridad y propiciando un desarrollo integral en un entorno motivador”, destacó Juan Pablo Rubilar, Gerente General de Tigre Bolivia.

Cercanía del liderazgo

Uno de los aspectos más valorados por los colaboradores es la cercanía de sus líderes. En Tigre Bolivia, no existen barreras físicas ni jerárquicas: todos comparten los mismos espacios y hay una fuerte cultura de accesibilidad y comunicación.

Además, se comparte información de manera abierta, tanto en momentos de éxito como en desafíos, lo que genera un sentido de confianza en la empresa. De igual manera, se motiva a que cualquier colaborador proponga mejoras, las cuales son reconocidas y premiadas.

Foco en crecimiento y bienestar 

Otro aspecto destacado de la cultura organizacional de Tigre es la apuesta por el crecimiento profesional de sus colaboradores. Más del 33% de las vacantes en los últimos cuatro años se cubrió con reclutamiento interno. 

También se promueven prácticas como Job Rotation, Planes de Desarrollo Individual (PDI), coaching y el uso de plataformas con más de 1.000 cursos para capacitación continua.

El bienestar es otro aspecto clave. Tigre implementa programas que cuidan la salud física, mental y emocional de sus colaboradores, desde chequeos médicos y charlas con especialistas, pausas activas, convenios con gimnasios y flexibilidad laboral.

Inclusión femenina 

Tigre Bolivia ha asumido un compromiso activo con la diversidad, equidad e inclusión (DE&I), enfrentando con decisión los desafíos de un sector históricamente masculinizado como la construcción. 

La empresa trabaja desde diferentes frentes para garantizar que todas las personas independientemente de su género, rol o jerarquía puedan desarrollarse en igualdad de condiciones.

El Gerente General de Tigre Bolivia destacó que, actualmente, un 50% del equipo de liderazgo de la compañía está conformado por mujeres, y que también se registra una participación cada vez mayor del segmento femenino en el área productiva.

FUENTE: EL DEBER